miércoles, 24 de diciembre de 2014

EL TAXI ROJO

Las ambulancias son los taxis de los pacientes pero con una sútil diferencia: en ellas los pacientes son los que menos mandan. Los que dirigen el cotarro son los gerentes de las empresas que abarcan el monopolio de las ambulancias en la sanidad, tanto pública como privada. Los conductores son los asalariados de tales empresarios. Algunos de ellos son profesionales poco cualificados para un trabajo el acceso al cuál. debería ser mas selectivo y, consecuentemente debería estar mejor recompensado económicamente (para primer y último bien de los pacientes).. Algunos de los que finalizan sus estudios actualmente carecen de profesionalidad, pues no han aprendido todavía como dar el trato adecuado a los pacientes. Los conductores no tienen la culpa de ser impuntuales en las recogidas pero, a nivel individual, cada uno sí que es responsable del trato que le proporciona a los pacientes que transporta y...además del trato... aquello de no saber cómo llegar al destino..... tiene coj.... pues hoy en día con el "TONTON" lo tienen bien fácil! A mí, particularmente me han hecho replantearme alguna vez si seguir con la rehabilitación o dejarla. Últimamente llegan muy tarde a recogerme y me han hecho sentirme mas inútil de lo que en realidad soy: no me pudieron subir a la ambulancia entre dos y además me sugirieron que les estaba tomando el pelo! Al ver mi perenne sonrisa (que como ya os he contado en una entrada anterior... u os contare en una de las siguientes -no lo recuerdo ahora-) la achacaron a que me estaba burlando de ellos -qué egocéntricos...- no reconocieron que era otra una secuela más. Para colmo, llevándome de vuelta a casa, nos encontramos perdidos y solo al verse en esta situación me subió de copiloto para que le indicara por dónde tenia que ir . Desde las centrales deberían tener mas consideración con los pacientes pues no estamos al 100 por cien de nuestra aptitudes y no tenemos el mismo aguante . A los técnicos de transporte sanitario deberían incluirles un curso sobre el trato con personas con déficits diversos. Reitero que algunos no saben como cogernos y es un peligro para ambos, nos podemos caer y hacernos daño, tanto nosotros como ellos. Lo que no me parece correcto es que por no poder hablar e ir en silla de ruedas no me puedan tratar como a los demás y no ser honestos al llegar tarde a una recogida. En una ocasión, un chico que me trajo le dijo a mi mujer que llegaba tarde por que había salido tarde cuando en dos años y medio no me he retrasado ni cinco minutos Lo que mas me molestó no es que llegáramos tarde sino que intentara escurrir el bulto por haberlo echo. En este caso, como vio que no digo ni mu, el tío se creía que no se lo iba a chivar a mi mujer, ¡cuan equivocado estaba! no puedo hablar pero si puedo escribir.

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