Me despierto en la cama y después del acceso de tos, veo de perfil el montón de leña que va menguando, de los lirios solo se mantiene derecho uno, el resto, la nieve y el viento los a vencido, el resto de plantas que veo son más pequeñas. Para entretenerme pongo la caja tonta ( la televisión) veo documentales, pues los programas de política no me gusta verlos, ya están repetidos. A través del cristal de la puerta del patio veo un plástico tendido en una cuerda para la ropa. Cuando me levantan, me llevan al aseo, primero hago pis, cuando termino llamo para que me pasen a la silla y me trasladan al lavabo, allí me lavo los dientes, me enjuago con un poco de elixir, con un limpia lenguas retiro la saliva y los mocos, me afeito y cuando estoy listo aviso para ir a sacar mocos al comedor en el sofá boca abajo. Una vez sacados me ponen en el sillón en el que me acomodo para pasar el día.
Allí me enganchan una goma a la peg para que me conecten la nutrición y después el agua. Para entretenerme pongo la tele, voy variando con el ordenador y con laminas de terciopelo para pintar, que para mi gusto son pocas pues son caras y me las traen con cuentagotas. Durante el día voy al aseo tres o cuatro veces, por la ventana veo parte de la morera y parte de las plantas que hay en la ventana y si pasa alguien por la calle. Al hacerse de noche cierran la persiana para no ser vistos desde la calle. A las nueve o las diez me llevan a la cama, allí veo la caja tonta hasta que me canso y la apago para dormir o por lo menos intentarlo. Sueño despierto en devolverle la ilusión al pueblo y que se haga más grande y prospero y que yo sirvo para algo.
Tengo demasiado tiempo para pensar, cosa que antes no hacia.
Hoy a venido un conocido a verme, al que no se como catalogar, medio fisio medio curandero, viene a practicar con mi cuerpo, tiene mucha voluntad, practica lo que cree que me puede funcionar, yo le dejo por que tengo poco que perder. Los miércoles viene a por mi la ambulancia, ahora que la carretera esta cortada, me desplazo hasta Benimantell a una rotonda donde me recogae la ambulancia, vamos a ELCHE, a rehabilitación, lo que me sienta bien, no por lo que avanzo, que no adelanto pero me entretiene y tengo cosas en las que pensar.
Hay visitas que no vienen por no tener conversación, si no vendrían a verme.
Lo que más echo de menos es no poder hablar, más que nada.
Hay una cosa que me tiene indignado, cuando iba al colegio me castigaban si hablaba con los
compañeros en valenciano, ahora hay muchos oficios que exigen el valenciano escrito y hablado.
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