miércoles, 17 de mayo de 2017

MOMENTO AGRADABLE

El domingo mi mujer recibió un whatsapp de mi hermano menor, diciéndole que fuera a coger las cerezas de un cerezo que está en un campo por encima del mío  (donde tengo olivos).
El lunes por la tarde, cuando el sol no calentaba ya, fue con su madre a cogelas. De camino, en un campo de mi hermano que tiene algo descuidado por los años de sequía, ya que allí tiene plantados aguacates, en un rincón medio abandonado, hay un rosal viejo que era de mi madre. Tiene unos cincuenta años, estaba cargado de rosas, lo miró y siguió a coger las cerezas. A la vuelta se paró a coger unas rosas para enseñármelas. Cuando llegó a casa, me enseñó las cerezas y las rosas y me embargó un sentimiento agradable. Hacía tiempo que no veía las rosas de mi madre y no esperaba que se acordara de donde estaba (mi madre murió cuando yo tenía siete años).

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